El SEO capitaliza la intención activa del usuario: quien realiza una búsqueda ya tiene una necesidad identificada y está más cerca de tomar una decisión. En contraste, la publicidad en plataformas  interrumpe al usuario mientras consume contenido no relacionado. No hay una intención previa de búsqueda ni de compra.

Leads de mejor calidad

Al requerir más tiempo, trabajo técnico y consistencia para posicionarse, la barrera de entrada es naturalmente más alta. Esto genera menos competencia. En cambio, la publicidad en redes sociales como Meta se ha vuelto cada vez más competitiva, precisamente porque cualquier marca puede pautar de forma inmediata.

Menos competencia

El SEO construye un activo para la empresa: una vez logrado un buen posicionamiento, si se detiene la inversión, los resultados continúan generando tráfico y oportunidades durante un tiempo prolongado. Por el contrario, en la publicidad paga, como los anuncios en Meta, la visibilidad se corta de inmediato en cuanto se deja de invertir.

Activo de la marca

Aparecer primero en Google no solo implica más clics, sino también mayor prestigio. Los resultados orgánicos se presentan de forma jerárquica, transmitiendo autoridad y confianza al usuario, mientras que en redes sociales todos los anuncios comparten el mismo nivel, sin un orden que otorgue relevancia adicional.

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